Feministas, sí, y radicales, ¡claro!

Porque ser feminista es ir a la raíz de las injusticias, es analizar con profundidad los problemas, es relacionar el género con el montón de ejes de opresión que atraviesan las estructuras sociales y nuestros cuerpos, es cuestionárselo todo, es revolverlo todo.

Nos hace gracia que se intente desprestigiar nuestra lucha con el apelativo «radical», ¡porque a nosotras nos encanta!

¡FEMINISTAS RADICALES EN PIE DE LUCHA!

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